miércoles, 8 de septiembre de 2010

Quien



[...] Tan extraña había sido su aparición. Pero volvió a mirarme y no sé por qué, me sentí raramente reconfortado.
No he visto nunca mirada semejante. La mirada de un hombre que había visto tanto que había llegado a comprenderlo todo.

¿Quién eres? [...]

Podría darte centenares de nombres. Y no te mentiría: todos han sido míos. Pero quizás el que te resulte más comprensible sea el que me puso una especie de filósofo, de fines del siglo XXI. El "Eternauta" me llamó él para explicar en una sola palabra mi condición de navegante del tiempo, de viajero de la eternidad, mi triste y desolada condición de peregrino de los siglos.

He tenido la suerte de llegar aquí... presiento que, después de tanto tiempo podré descansar un poco.
¿Me darás un lugar, verdad? No necesito otra cosa que un rincón para reponerme porque estoy cansado, terriblemente cansado. Y necesito descansar, para poder seguir buscando.
Porque eso es lo que hago siempre, buscar, buscar, buscar...





El Eternauta
Héctor G. Oesterheld - Francisco Solano López


No hay comentarios:

Publicar un comentario