Puedo estar en el pétalo de glicina que cae.
Estoy en una montaña contemplando la luna que acabo de pintar. La nieve se derrite y la poesía baja en hilos, hasta perderse...
La barcaza que me lleva se mece entre oriente y occidente.
Les muestro mi montaña, la luna y mi mar.
lunes, 27 de julio de 2009
El color del silencio
En la hoja blanca que me eligió en el murmullo de letras negras
Que hermoso poema, Keiko!!!
ResponderEliminarPrimera visita por acá, soy un blogger vago :-)
Besos!
Gracias por la visita! Yo también soy medio vaga...para ir a los encuentros literarios!
ResponderEliminarMuy buenas las fotos del domingo!
Cariños