Puedo estar en el pétalo de glicina que cae.
Estoy en una montaña contemplando la luna que acabo de pintar. La nieve se derrite y la poesía baja en hilos, hasta perderse...
La barcaza que me lleva se mece entre oriente y occidente.
Les muestro mi montaña, la luna y mi mar.
Sí, sí, Keiko...
ResponderEliminarexquisitamente delicioso!
Son maravillosas esta fotografías!!! color puro
ResponderEliminarme encantó!!
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ResponderEliminar¡es una delicia!
Keiko, muchas gracias por el dato de la peli. La buscaré. Qué bueno que siempre nos queden artistas por descubrir; es como volver a nacer ¿no?
ResponderEliminarPreciosas las fotos: los colores, la calidez, y el manejo de la luz.
Beso
Si, Szar... los maestros y sus obras nunca mueren, porque sus miedos y sus amores reviven una y otra vez en nosotros.
ResponderEliminarY nosotros con ellos.
De mi parte, gracias por Odilon Redon!!!