jueves, 19 de noviembre de 2009

La llave - III




Pasaban desapercibidas en la oscuridad, hasta que la luna las iluminó. Me dejé hundir en su clara profundidad. Entre caracoles, perlas y estrellas encontré mis lentejuelas perdidas, como soles caídos en el agua.
Segura de sí, una escama de plata me abarcó. Me giró. Abrió las puertas, los sótanos, los altillos y todas las ventanas.
Y quedé desnuda.
Habitada.





1 comentario:

  1. "Entre caracoles, perlas y estrellas encontré mis lentejuelas perdidas, como soles caídos en el agua." No creo que pueda decir algo que sea más bello q el silencio luego de leer esto.
    Gracias

    ResponderEliminar