Puedo estar en el pétalo de glicina que cae.
Estoy en una montaña contemplando la luna que acabo de pintar. La nieve se derrite y la poesía baja en hilos, hasta perderse...
La barcaza que me lleva se mece entre oriente y occidente.
Les muestro mi montaña, la luna y mi mar.
martes, 24 de febrero de 2009
Travesía 3
La niebla de un sahumerio desdibuja el rostro de una cabeza inclinada. Se anuncia la lluvia; el viento la toma de la mano la lleva bien lejos la esconde. Y será develado en el corazón de otras generaciones.
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