lunes, 11 de mayo de 2009

Sueños en Kyoto









A través de la niebla de los bosques de Kyoto, el Príncipe blanco encontró su Bella Durmiente. Llevaba puesto un kimono espléndido, con grullas bordadas, ramas de pino y dos lunas plateadas. Un obi -más bello aún- le ajustaba por sobre la cintura y también las telas y entretelas que cubrían su piel por debajo del kimono. Tantas telas eran, que el Príncipe casi cae en la desesperación. No iba preparado. No llevaba katana, sino una flor. La flor se desarmó en mil pétalos. Pronto hubo vuelo de mariposas. Cada una desató un nudo de su vestimenta y un nudo de su corazón.
Todo lo que sucedió después, fue tan hermoso... que ni ellos, ni nadie, se atrevió a contarlo.








"...La pasión no conoce el lenguaje de la razón, ni sus argumentos" - S.M.

4 comentarios:

  1. Que delicia Keiko!
    texto y pinturas,
    transmiten paz

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  2. Coni!!!
    Gracias por la visita! Quería ilustrarlo de otra manera... pero son más de las 11, tengo sueño...lo dejo así!

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  3. Keiko,¡que hermoso!
    Me hiciste emocionar.
    Es muy tierno y muy visual.
    Gracias por regalarnos tanta belleza.

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  4. Szarlotka, es un ejercicio sobre distintos finales de cuentos conocidos...
    ¿Te hizo recordar a Madame Butterfly?...
    ¡Qué lindo sería que cantaras algo de la ópera en otro encuentro!

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