entre giros de cielo y tierra
en calles de vientos
en pasos de estrellas
con alas de pájaro
con zuecos de madera
camino
lenta y chiquita
sobre la mano de un gigante.

Puedo estar en el pétalo de glicina que cae. Estoy en una montaña contemplando la luna que acabo de pintar. La nieve se derrite y la poesía baja en hilos, hasta perderse... La barcaza que me lleva se mece entre oriente y occidente. Les muestro mi montaña, la luna y mi mar.